Mi experiencia en la jornada de práctica docente

Para mí, los niños son como hojas de papel en blanco, uno como maestro debe encargarse que sus hojitas no vayan limpias de regreso a casa, sino con textos de aprendizaje y momentos agradables.

Es muy cierto que cada día aprendemos algo nuevo, desde como resolver una sencilla suma a grandes valores que irán con nosotros cada día de nuestra vida.  En cada una de las Jornadas de Práctica que me ha tocado estar frente a grupo, he comprendido que, como profesores, nuestra responsabilidad realmente es grande e importante para nuestro futuro, y para el de los demás.

Uno no puede llegar triste, enojado y cargando problemas personales a salón de clases en el que te espera un grupo de niños con ganas de aprender, que quizás pasan los peores momentos en casa y lo que buscan es sentirse tranquilos por lo menos en un lugar; un maestro aprende a tener tacto pedagógico para tratar a los niños ante diversas situaciones y ese será el mejor estímulo para ellos, el sentirse queridos, respetados y a gusto en un ambiente de aprendizaje agradable. Es todo un reto para mí acudir a los distintos contextos a realizar mis prácticas y más porque como docentes debemos motivar e inspirar a los niños, sonreír para hacerles comprender que nos alegra recibirlos con bien un día más, para decirles con nuestra cara que son importantes para nosotros, para contagiarles esa sonrisa con la cual quizá no llegaron.

Entendí que a diario habrá niños más interesados en realizar un dibujo, en cantar, en platicar con sus compañeros, en recortar y hacer muchas cosas más, pero es lo más natural y con paciencia como sus maestros será bueno reconocerles empleando frases motivadoras hacia ellos, por ejemplo: qué bonito dibujo hiciste, qué bonita voz tienes, los chistes te salen muy bien y qué bueno eres para hacer manualidades, entre otras más. Realmente podemos tener frente a nosotros a futuro a un famoso pintor, cantante, deportista, etc., y no debemos apagar esa autenticidad que hay en cada uno de nuestros pequeños.

Lo más importante para desempeñar nuestra labor será realizar actividades con una mayor visión, amor y confianza hacia los niños, creyendo que van a lograr avanzar y aprender, llenémoslos de motivación, emocionémonos por una nueva letra que escribió, un nuevo color que aprendió, lo poco o mucho que avanzó y siempre agradezcamos que nuestra “hojita” no regresará en blanco a casa y quizás en ella se registren cosas que nadie jamás podrá borrar.

Ama tu profesión tanto, que otros terminen amando aprender.

Lesly Magaly Flores Lozano
Estudiante normalista
06C LEP